From 08 June 2010 StemCells&AtomBombs:Kalo Asmi Loka-ksaya-krit Pravardho, Lokan Samartum iha Pravattah
¿Alguna vez habíais oído esto antes?
Procede del libro sagrado hindú y se traduce por “Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”.
¿Sabéis que personaje famoso citó esta frase? Fue Robert Oppenheimer, el director científico del Proyecto Manhattan que durante la Segunda Guerra Mundial desarrolló las primeras armas nucleares. Se le conoce como el “padre de la bomba atómica” pero, tras oírle citar “Kalo Asmi Loka-ksaya-krit Pravardho, Lokan Samartum iha Pravattah”, no creo que estuviera muy orgulloso de ese título.
...y por fin he empezado a hablar sobre la bomba.
Cuando proporcionamos los recursos para construir algo destructivo a los científicos, incluso aunque sea una primicia mundial como la bomba atómica, no hay mucha gente que aplauda y salte de alegría. Las acciones y los comentarios públicos de Robert Oppenheimer sobre la bomba son contradictorios. ¿Era algo bueno? ¿Era un mal necesario? Las declaraciones públicas de Oppenheimer no expresan claramente lo que pensaba pero, justo después de la primera explosión nuclear artificial cerca de Alamogordo el 16 de julio de 1945, los sentimientos de Oppenheimer estaban claros “Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”.
También habló sobre cómo se sintieron los que le rodeaban aquel 16 de julio de 1945. “Supimos que el mundo no sería el mismo. Unas pocas personas rieron, otras pocas lloraron. La mayoría permaneció en silencio”. Podéis ver a Oppenheimer recordar este día en una entrevista de 1965. No hay alegría en la cara de este hombre. No hay alegría al saber que supervisó una primicia mundial. En la entrevista parece como si se rascase el ojo, aunque me pregunto si estaría llorando.
Comparad esto con la auténtica alegría que muestra Hans Keirstead en su cara y su voz. Está tan contento con su anuncio que puede verse cómo se esfuerza en no gritar de alegría delante de la cámara. Leed sobre H. Keirstead y ved la auténtica alegría en su cara.
Pero, ¿quién es Hans Keirstead? ¿Qué hizo? ¿Por qué está tan contento? Averiguadlo en youtube (ya podéis imaginaros que tiene algo que ver con las células madre). Tras verlo hacer su anuncio, sería difícil imaginárselo “rascándose el ojo” durante una entrevista realizada 20 años después recordando este acontecimiento. ¿Cómo recordará este acontecimiento dentro de 20 años? Puede incluso que cite al propio Oppenheimer: “Supimos que el mundo no sería el mismo. Unas pocas personas rieron, otras pocas lloraron. La mayoría permaneció en silencio”. Pero aquí se detendrá; no continuará para llamarse a sí mismo “el destructor de mundos”.
Vosotros mismos podéis ver la diferencia: la diferencia entre células madre y bombas atómicas. Dos primicias mundiales; dos reacciones completamente distintas de los hombres que las hicieron posible.
Translator: Irene Corchado Resmella
Translator: Irene Corchado Resmella
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