lunes, 12 de septiembre de 2011

Nadie ha muerto nunca por estar un poco loco


From 03 July 2011 StemCells&AtomBombs: 


Being a little nuts never killed no one Hice arquear la ceja al albañil el otro día y al final de nuestra conversación confirmé en su mente que estoy un poco loco.



¿Al albañil? Sí, al albañil.


ファイル:Senbayashi.jpg
galería comercial di Senbayashi

Después de vacilar durante casi un año he decidido quedarme en mi ciudad adoptiva de Osaka y en mi casa propia. Osaka es un gran lugar; no habría vivido aquí durante los últimos 17 anos si no lo fuera. Vivo cerca del área Senbayashi y tengo todo a mano. ¿Que quiero algo de beber o de comer? Aquí lo tengo. El metro esta a cinco minutos y el tren a quince. Incluso cuando llueve voy por las calles de tiendas cubiertas (imagen a la derecha) y ni siquiera me mojo.

En lo que respecta a mi casa... ¿por qué es tan estupenda? Por una razón muy simple: es MI casa y para ser una casa en medio de una ciudad superpoblada es bastante amplia, tanto por dentro como por fuera. Tengo un espacio para el coche en la entrada relativamente grande (y no tengo coche que lo ocupe) e incluso algo de espacio en la parte trasera de la casa (lo que es poco común). Planté tomates y pimientos en este espacio y construí algunas cosas. Solía volver a casa durante el caluroso verano de Osaka, ir a la parte de atrás, abrir una cerveza fría, ver mis tomates crecer y lijar madera durante horas. El único problema de mi casa es que tiene tres plantas y el baño está en la tercera, así que tuvimos que reflexionar sobre qué hacer.

Tras quedarme paralítico tenía varias opciones. La primera era vender la casa (que había construido y donde había vivido durante aproximadamente un año y medio antes de que me pasara esto) y construir una casa de dos plantas sin barrera alguna y accesible. Habría sido como prepararse para una vida de paralítico, así que dije ¡NO!

La otra opción era mudarme de nuevo a mi ciudad de origen, Woodstock, Ontario (EE UU), donde el terreno es barato y construir un bonito bungaló también totalmente accesible para alguien en silla de ruedas. De la misma forma que me encantaría mudarme cerca de mi familia y amigos, esto también habría sido prepararse para una vida en silla de ruedas. Una vez considerado este punto, decidí que ésta NO era una opción.

Así que decidí renovar mi casa, pero solo lo justo. Decidimos construir mi área especial en la parte de atrás, que tendrá una habitación (así podré tener mi cama fuera de la vista), un baño grande y una zona para ducha, por lo que la primera planta será totalmente habitable.


baño al aire libre

Las otras opciones que descarté fueron las que hicieron al albañil arquear la ceja. Hablamos sobre construir una rampa de cemento para que pudiera utilizar la puerta principal (ahora mismo tengo un ascensor para silla de ruedas y utilizo la puerta corrediza fuera de la puerta principal). Pregunté al albañil qué iba a hacer yo con una rampa de cemento cuando caminara de nuevo. Puedo simplemente darle a alguien el ascensor, pero qué puedo hacer con el cemento... y solo imaginarme caminando con un mazo para hacer pedazos la rampa...eso sería demasiado trabajoso.

Estuvimos discutiendo sobre un ascensor para la silla hasta la segunda planta a un precio de unos 20.000 USD. Volví a preguntarle al albañil por qué iba a querer prepararme para una vida ENTERA en esta silla. El albañil arqueó la otra ceja.

Así que en lugar de discutir sobre rampas de cemento y ascensores para sillas my última pregunta confirmó en la mente del albañil que estaba tratando con un loco. Interrumpí su charla sobre la rampa y el ascensor para silla para hacerle la pregunta más importante. Le pregunte qué dificultad tendría quitar el tejado de la parte nueva añadida y construir un baño al aire libre en un futuro. Me preguntó por qué y le dije que cuando caminase de nuevo no necesitaría una habitación extra y que un baño al aire libre estaría muy bien.

Se fue pensando cuáles eran mis posibilidades de volver a caminar y creo que en lugar de la idea general de NO VOLVER A CAMINAR, se fue pensando que era posible (aunque un poco loco).

Actualmente hay muy poca gente a mi alrededor que no piense que estoy loco. Dos de ellos son mis chicos. Me preguntan sobre lo primero que vamos a hacer cuando vuelva a caminar. Les digo que vamos a llevar todas las sillas de la casa a la tercera planta y tirarlas sobre el espacio de cemento de la entrada, verlas estrellarse contra el suelo y reírnos como locos.

No arquean sus cejas o me dicen que estoy loco, sino que solo preguntan una cosa:
«Papá, ¿cómo vamos a hacer los deberes si no hay ninguna silla?»

Yo les digo: «Los haréis de pie. Os construiré un escritorio con patas mas largas».

Translator - Irene Corchado Resmella

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