domingo, 12 de noviembre de 2017

Saquen los vasos tequileros... Estoy de regreso


Parece que he anunciado mi regreso tantas veces que la gente debe dudar si realmente he regresado definitivamente. Bueno, supongo que trabajar va a ser la única manera de probarlo, no solo a los demás, sino también a mí mismo. 

Todos sabemos que la parálisis previene el movimiento, pero creo que mucha gente de la comunidad físicamente capaz no sabe acerca de las otras cosas que causa la parálisis. 
En primer lugar, mata, tanto literal como figuradamente. Mata el cuerpo y también el alma al destrozar la esperanza.

Yo lo sé; fui víctima de “eso otro que causa la parálisis”, concretamente, un dolor que tritura los huesos. Mi vida pasó de luchar por una cura de la parálisis a tratar de defenderme a tiempo completo del dolor que me ocasionaba. Me considero una persona fuerte y odio sentirme como una víctima, pero tengo que aceptarlo: la parálisis me convirtió en víctima de sus aterradoras afecciones secundarias y oscureció 6 años de mi vida. Para no entrar en demasiados detalles en esta primera entrada a mi regreso, creo que tengo el dolor parcialmente bajo control y puedo regresar a la parte de la cura; pero para darles una pista, no fue cuestión de voluntad ni de pensamiento positivo. Fue gracias a la tecnología médica (y por supuesto sus pensamientos y oraciones me dieron el estímulo para seguir buscando la salida del infierno).

Comencé este blog en el 2010 como CélulasMadre&BombasAtómicas, y supongo que ahora hay muchos que no saben cómo inventé este nombre. En resumen, pienso que podemos curar la parálisis más rápidamente que lo que demoraron en crear la bomba atómica. En 2009-2010 las células madre eran la gran esperanza y algo relativamente nuevo. Mi teoría era que sabíamos más acerca de cómo curar la parálisis en el 2009 que lo que sabíamos acerca del átomo en 1941. Así que, si pudieron hacer una bomba atómica en cuatro años, deberíamos fácilmente poder curar la parálisis.

Pero la elaboración de la bomba atómica estaba muy bien financiada y centralmente organizada, a diferencia del caos de la investigación de la cura hoy en día. Por supuesto, la investigación de la bomba atómica estaba perfectamente bien coordinada; había que ganar la guerra. Bueno, en mi opinión, todavía hay que ganar una guerra: la guerra contra la parálisis. Espero que con mis palabras y actividades yo pueda ayudar en esa guerra.
Y creo que este es mi punto de partida…

Independientemente de cuánto tiempo me haya ido, mi pensamiento siempre regresa a esta entrada que escribí en el 2011: "Chupitos de tequila para invetsigar lacirrosis". Y ahí comenzaré.



 Espero que me acompañen a descubrir cómo podemos conseguir una cura de la parálisis, y de hecho de muchas enfermedades. Espero que mis antiguos camaradas en la lucha sigan aquí, y aquellos que me han ayudado tanto, especialmente los traductores, sigan dispuestos a darme una oportunidad. 


Translator: Melissa González


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